Existen varios tipos de diabetes mellitus y se diferencian en varios aspectos, desde la causa hasta las metas de tratamiento y pasando por el tratamiento disponible.
Dibetes mellitus tipo 2
Es la variante más común y se presenta en más del 90% de las personas diabéticas. Está asociado a sobrepeso u obesidad. Con mucha frecuencia coexiste con hipertensión arterial, dislipidemia y enfermedad cardiovascular. El tratamiento de esta forma de diabetes se basa en modificación de estilos de vida para bajar de peso.
Diabetes mellitus tipo 1
En este caso el factor fundamental es la destrucción de las células del páncreas encargadas de producir insulina. Se le conoce también como diabetes juvenil aunque este término no es correcto porque se puede presentar en cualquier momento de la vida. Al haber destrucción de las células beta, encargadas de producir insulina, los niveles de esta hormona son insuficientes por lo que el tratamiento se basa en diferentes esquemas de insulina.
Diabetes mellitus gestacional
La diabetes gestacional por definición es aquella que se diagnostica durante el embarazo. Como tal, podemos tener casos de diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 que se pueden diagnosticar durante el embarazo y luego en el período postparto se hace una reclasificación para definir el tipo de diabetes que tiene la persona. Lo que comúnmente se conoce como diabetes gestacional es aquella que se diagnostica usualmente a las 24 semanas de embarazo y se produce por aumento de la resistencia a la insulina y una producción insuficiente de insulina para compensar este fenómeno. Se diagnostica con una curva de tolerancia a la glucosa. Dado que los niveles altos de azúcar tienen repercusión sobre el feto, las metas de control glicémico durante el embarazo son más estrictos aún comparados con la población general. Las mujeres con diabetes gestacional que luego en el postparto se “curan” se encuentran en un alto riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 a largo plazo.
Otros tipos de diabetes mellitus
Aquí se incluyen los que se producen asociados a algunas enfermedades como síndrome de Cushing, acromegalia, hipertiroidismo, hemocromatosis, fibrosis quística, etc. También incluyen los que se producen por el uso crónico de medicamentos como glucocorticoides e inmunosupresores.
Es importante que cada paciente discuta con el médico el tipo de diabetes que tiene ya que esto determina las opciones de tratamiento así como el pronóstico y seguimiento.