Los exámenes más frecuentemente solicitados en la evaluación de problemas tiroideos son:
1. TSH
Esta es la hormona que envía la hipófisis hacia la tiroides para indicarle cómo debe funcionar. Cuando la tiroides produce menos T3 y T4, es detectado por la hipófisis y la respuesta es aumentar el TSH como una forma de indicarle a la tiroides que aumente la producción de hormonas. Por el contrario, cuando los niveles de T3 y T4 aumentan, la hipófisis disminuye la producción de TSH. Por lo tanto, cuando el TSH está alto indica que se está en presencia de hipotiroidismo y cuando está bajo se indica que hay hipertiroidismo. Pequeños cambios en T3 y T4 producen cambios muy grandes en TSH por lo que en la mayoría de las ocasiones la medición del TSH es suficiente para ver cómo está funcionando la tiroides.
El rango deseado de TSH puede variar según la condición del paciente, tomando en cuenta la edad, presencia de enfermedades cardíacas, si tiene o no cáncer de tiroides o presencia de embarazo. Debe discutir con su médico tratante cuál es el rango meta del TSH para su caso.
2. T3 y T4
Estas hormonas son las producidas a nivel de la tiroides. Su función principal es regular el metabolismo en el organismo. Más del 99% del T3 y T4 viajan en sangre unidos a una serie de transportadores. Estos transportadores pueden variar en algunas situaciones como sucede con el uso de estrógenos (ya sea en terapia de reemplazo hormonal o como anticonceptivos), uso de testosterona, y embarazo. Hay 2 formas en que se pueden medir el T3 y T4, las totales (T3 total y T4 total) donde se mide tanto lo que está libre como la fracción unida a transportadores, y la fracción libre (T3 libre y T4 libre) donde se miden únicamente la fracción que no está unida a transportadores. En algunas situaciones como sucede con el uso de anticonceptivos hormonales, al aumentar el número de transportadores se aumenta el nivel de T3 y T4 totales manteniendo la fracción libre normal, cuando sucede esto, no hay repercusiones para el organismo.
3. Anticuerpos antimicrosomales
La presencia de estos anticuerpos lo que indica es una reacción autoinmune del cuerpo contra la tiroides. A veces también es un marcador indirecto de otros fenómenos autoinmunes en el organismo. Estos títulos pueden persistir positivos de por vida y no necesariamente requiere intervención terapéutica para tratar de bajarlo o negativizarlo.
4. Anticuerpos antitiroglobulina
Indica también la presencia de reacción autoinmune contra la tiroides. Sin embargo, este examen adquiere relevancia sobre todo en el contexto del paciente con cáncer de tiroides, donde los títulos positivos de estos anticuerpos interfieren con la medición de la tiroglobulina.
5. Tiroglobulina
Esta es una proteína que se produce únicamente en la tiroides. Su medición se hace predominantemente en el contexto del paciente con cáncer diferenciado de tiroides ya que los niveles en ascenso pueden ser un marcador temprano de recurrencia.
6. Ultrasonido de tiroides
Es un examen que se realiza para evaluar la morfología (forma) de la tiroides. No indica cómo está el funcionamiento. Es el examen de elección para caracterizar los nódulos tiroideos y para el seguimiento del paciente que tiene cáncer de tiroides.
7. Gammagrafía de tiroides
Este examen hoy en día se utiliza cada vez menos, consiste en la administración de un isótopo para ver la captación de esta sustancia por parte de la tiroides. Usualmente no es superior al ultrasonido para definir la morfología de la tiroides o nódulos tiroideos.