El carcinoma papilar de tiroides es la neoplasia endocrina más frecuente y a pesar de que su incidencia en los últimos años ha ido en aumento, la mortalidad por este tipo de cáncer es poco frecuente. El tratamiento principal ha sido yodo radioactivo en los casos de mayor riesgo. Sin embargo, en un muy pequeño subgrupo de pacientes, pueden presentar refractariedad a este tratamiento (no captan yodo radioactivo) la enfermedad progresa, produce metástasis y eventualmente muerte. Nuevamente reitero que este es el menos común de los escenarios habituales del carcinoma diferenciado de tiroides.
Hasta hace algunos meses, no había mucha opción de tratamiento. Los inhibidores de tirosin kinasa han cambiado este panorama ya que al inhibir múltiples segundos mensajeros que están activados en este tipo de cáncer, producen estabilización de la enfermedad. El primero en ser aprobado por la FDA fue el sorafenib, donde el estudio principal, el DECISION, la progresión libre de enfermedad fue de 11 meses vs 5 meses en placebo. Hubo una mejoría, sí. Sin embargo, como se mostró en el estudio, eventualmente los pacientes dejan de responder al tratamiento y progresan.
Esta semana la FDA aprobó un segundo inhibido de tirosin kinasa para este tipo de cáncer, el lenvatinib. Por qué es diferente? Lo interesante es que el estudio publicado en esta semana en el New England Journal of Medicina, incluye pacientes que dejaron de responder al sorafenib. Por lo tanto, parece que puede haber tratamiento secuencia, donde al dejar de responder al sorafenib podemos intentar con lenvatinib produce un aumento en la sobrevida libre de enfermedad.
Estos fármacos en general no están exentos de efectos adversos, como lo son síndrome mano pie, hipertensión y efectos adversos gastrointestinales. La evolución del cáncer de tiroides, aún siendo metastásico, en muchos pacientes es muy indolente y asintomático. Por lo tanto, todos estos son factores que se deben considerar a la hora de escoger si se usa o no el fármaco en cada paciente.
Lo novedoso es que cada vez contamos con más herramientas terapéuticas para este grupo de pacientes que previamente no contaba con opciones fuera del yodo radioactivo.
Referencias:
Brose MS, Nutting CM, Jarzab B, Elisei R, Siena S, Bastholt L, et al. Sorafenib in radioactive iodine-refractory, locally advanced or metastasic differentiated thyroid cancer: a randomised, double blind, phase 3 trial. Lancet. 2014;384:319-28.
Schlumberger M, Tahara M, Wirth LJ, Robinson B, Brose MS, Elisei R et al. Lenvatinib versus placebo in radioiodine-refractory thyroid cancer. N Engl J Med. 2015;372:621-30.